Mensaje de AD a los Abuelos del País !!!Abuelas, Abuelos¡¡¡¡ La Verdadera Generación de Oro. La que entregó todo por su patria, creadores de Países, constructores de sueño, Arquitectos del ayer, que hicieron posible el hoy. Generación de glorias pasadas e historias oxidadas.
Sus manos… hoy sudorosas y temblorosas, fueron en otrora las artífices y protagonistas del desarrollo y del progreso; por ellas pasaron, bloque y cemento, rieles de ferrocarriles, ellas ayudaron a taladrar la tierra para extraer petróleo y otros minerales, pero también, para labrarla, para sembrarla y cultivarla. Fueron esas mismas manos de ustedes hoy pensionados y jubilados, que trajeron a la vida a tantos jóvenes, que los cuidaron y abrazaron, que hicieron ciencia, descubrimiento, que pasaron por las aulas, sembrando el conocimiento. Las mismas que también pescaron, que administraron, que educaron, que salvaron vidas, que apagaron incendios, que manejaron, que volaron, que criaron, que protestaron, que cosecharon. Las mismas que consolidaron con su sangre y con el voto, la democracia, que hoy nos ha sido arrebata.
Hoy Vejados y humillados. Mal alimentados, perdiendo peso y talla. Su vida corre peligro, ante la falta de medicinas. Cuanto duele está situación, cuanto nos afecta, a todos. Tu y yo, y muchos, los vemos transitar en esas calles vacías, desiertas de compasión; arrastrando los pasos, encorvados, llevando en sus hombros la talega de los años, y cargando sobre sus frágiles cuerpos, el peso de esta desgracia, de esta tragedia llamada revolución, que no es otra cosa que la más colosal e inmensa trama de corrupción, de ladronismo, de anarquía y cinismo, jamás visto en sociedad alguna y acompañada ahora de un “sálvense quien pueda”, de la más total y absoluta desprotección, indefensos frente a un gobierno de nadie, que se robó 7 millones de hectáreas de terrenos, hoy improductivas, acabo con torrefactoras, con azucareras, con centrales eléctricas, cementeras, y ahora le endilga la responsabilidad de alimentación y protección, a nuestros familiares, en el extranjero, que con las remezas, medio mueven la economía de mercado.
Mensaje de Acción Democrática a los Jóvenes Juventud... Juventud, Divino Tesoro, como dijera Rubén Darío en su célebre poema.
Juventud productiva, juventud inocente, honesta y llena de sueños. Tu vida misma es la certeza de un país mejor. Tus manos vigorosas, tu espíritu indomable, tu certidumbre y tu valor, son el mayor tesoro que tenga patria alguna. Te habrán dejado sin comida, sin liceos, sin centros educativos, sin transporte; pero nunca podrán quietarte tu entereza, tu fortaleza moral, la que alimentas día a día, saciando tu espíritu y tu alma, de todo el amor y el bien que han procurado. Deja ya de poner sobre tus hombros la enorme y pesada carga que esta tragedia conlleva. Necesitamos jóvenes en sus escuelas, en sus liceos en las universidades, en las aulas de clase. Requerimos jóvenes optimistas, haciendo realidad sus sueños, educándose, formándose y haciendo las cosas buenas de la juventud, participando de la más extraordinaria y maravillosa experiencia, aquella que solo se vive en las aulas de clase. Y no jóvenes que desertan y abandonan las aulas, para ayudar con el sustento de la familia. Incorporados al trabajo duro para ayudar a papa o a mama con algo de dinero con que atender las necesidades del hogar. Mermados en sus condiciones físicas, pero jamás en su alegría y en su optimismo, en su esperanza y en sus ilusiones. Basta ya de verlos dejar el País, cruzando fronteras en busca de mejores oportunidades, llevando en sus morrales no solo sus enceres sino sus sueños, su aliento, su esfuerzo, su vigor y la moral intacta, incorrupta y valerosa, y en el pecho hendido, todo el amor de la familia y todo el dolor de una patria herida, que espera verlos muy pronto de regreso; para juntos construir el país grande y desarrollado que merecemos.
Mensaje de Acción Democrática a los Empleados Públicos EMPLEADOS PÚBLICOS. La fuerza laboral que mueve al país. Hoy por hoy, son ustedes los trabajadores peor pagados del mundo, el régimen criminal ha desarrollado la peor forma de explotación del hombre por el hombre. Con sueldos miserables que van desde salario mínimo de 1, 5 dólares a la fecha de la redacción, hasta los 10 dólares los más afortunados. El daño patrimonial causado al sector laboral es gigantesco, si debiéramos calcular un monto por indemnización, rondaría fácilmente los 50.000 Dólares por trabajador, es la pérdida acumulada, del poder adquisitivo. Ni aun asi, se correspondería con todas las limitaciones y las penurias a la que son expuestos los empleados públicos. Obligados a mal comer, a medio vestirse a curarse con guarapos, porque el salario no alcanza para comer, menos para medicina. A cubrir grandes distancias desde casa al lugar de trabajo, una por las fallas del transporte, el problema del combustible o la falta de dinero para pagar pasajes. El gobierno lo sabe, está consciente de todo ello, aun así continúa su estrategia de estrangulamiento, busca quebrar la moral de los trabajadores, volverlos unos borregos, silenciar sus voces y obligarlos a aceptar sus desmanes. No lo ha logrado y una masa trabajadora, se mantiene atenta, cumpliendo con su trabajo, no por el pago, que ya sabe que no le alcanza para nada. Sino con la esperanza de que pronto, toda esta desgracia acabe y los encuentre allí, listos y preparados para hacer grande a Venezuela. Todos seremos necesarios en la reconstrucción de Venezuela. Médicos, enfermeros y enfermeras, empleados, obreros, artesanos, mecánicos, ingenieros, técnicos, agricultores y pescadores, torneros, metalmecánicos, siderúrgicos, petroleros y mineros, bomberos, aviadores, pilotos, policías, todos…Todos a empujar hacia adelante, con salarios dignos, con condiciones laborales acordes, implementos de seguridad, clima laboral eficiente, seguridad y alimentación, formación permanente y meritocracia. Solo así tendremos los frutos que esperamos.
Mensaje de Acción Democrática a los Estudiantes Estudiantes de Venezuela. Jóvenes con sueños de un futuro mejor. Hoy más de la mitad de los estudiantes han abandonado las aulas. En este país devastado por la plaga roja, no existen posibilidades de estudiar. Una creciente ideología partidista, desplaza las enseñanzas de matemática, física y todas las áreas de saber. Los centros educativos: Escuelas Liceos y Universidades, son un reflejo de un país en ruina. Pisos, paredes y techos corroídos por la radioactiva intervención del Chernóbil de Miraflores. Maduro un hombre sin estudio alguno, que en su vida habrá leído un libro de historitas a lo sumo. Poco le importa la educación, la formación de los Jóvenes de este País. La ciencia, el arte y la cultura, no encuentra cabida en las aulas de clase. Los profesionales de la educación, fueron suplantados, por jóvenes engañados en su buena fe, sin habilidades, sin formación alguna para facilitar el aprendizaje. Son los chamos de “chamba juvenil”, la mayor estafa que se le haya hecho a la juventud. Con veneno de almas, asesina los sueños y aspiraciones de nuestros muchachos. Estudiantes convertidos en mendigos de calidad, de progreso, muchos terminan conformándose con las migajas que arrojan a la basura, los corruptos y ladrones de la revolución.
Estamos llamados y obligados, a rescatar a nuestros estudiantes de estas sanguijuelas insaciables de sangre, de estos corruptos que arrasan con el futuro del país, con lo más hermoso que tiene nuestra patria, su juventud, sus estudiantes. Proporcionarles espacios académicos acordes a los retos de un mundo cada día más exigente. Con el mejor equipamiento, con la mejor tecnología, con los mejores profesores. Aulas espaciosas, limpias y ambientadas. Espacios de recreación, baños, canchas, piscinas, gimnasios, laboratorios y todo el resto de espacios donde nuestros muchachos, puedan desarrollar todo su talento. Y sobre manera, una sana y adecuada alimentación. Comedores escolares de altura, con la mejor dieta alimenticia. Un país petrolero no puede darle a su juventud, solo las migajas de la economía. Se merecen todo, al fin a la cabo, el futuro del país está en sus manos.
Mensaje de Acción Democrática a los Médicos Venezolanos Médicos de Venezuela: Salvadores de Vidas, Cirujanos del amor al prójimo, especialistas del cuidado humano.
Sus manos amorosas, son la esperanza de muchos, son la certeza de la vida y el anhelo de vivir, ustedes son el suero vivificador, que da vida, incluso después de la muerte. Conocemos la tragedia personal que viven, sumada al drama de ver morir a sus pacientes, por falta de medicamentos y equipamiento médico en los hospitales. Los médicos jóvenes y casados, lidiando con las mismas penurias de todos, sin efectivo para pagar transporte público, sin capacidad para cubrir la canasta alimentaria, el pago de condominios, alquileres, artículos de aseo personal, entre otras cosas. Estamos Obligados a rescatar entre todos el sistema de salud pública, hacerlo el mejor del mejor del mundo. Con el mayor equipamiento tecnológico, que se haya hecho jamás. Venezuela ostenta médicos de altísima valía y profesionalismos, hoy esparcidos por los 5 continentes, pronto podrán regresar al país, con sueldos dignos y beneficios salariales y sociales acorde a su noble labor. Donde no tengan que ver morir a sus pacientes, por falta de equipamiento médico o medicinas. Hay mucha cosa por hacer en materia médica asistencial, mejorar la infraestructura hospitalaria, mejorar y ampliar los comedores y la alimentación en los hospitales, capacitar al personal médico, pero sobre todo garantizar la salud y la vida de los pacientes.
Mensaje de Acción Democrática a los Docentes: LIBERTADORES DE OSCURIDADES”, “ANTORCHAS QUE ALUMBRAN EL SABER”, COMO UNA LUZ QUE SE PROPAGA EN TODAS DIRECCIONES. Constructores de esperanza, arquitectos del futuro, creadores de sueños, y forjadores de profesionales; de hombres libres; de hombres y mujeres probos, decentes y honestos. Los países desarrollados han visto en la Educación, el apalancamiento para salir adelante, pronte habremos de hacer lo mismo. No se puede salir del subdesarrollo, sin docentes capaces, comprometidos, bien remunerados y con beneficios sociales acordes a su investidura. Sobre sus hombros está la formación del hombre nuevo, la formación de los más altos ideales, las generaciones de relevo, ustedes son la confianza de sus alumnos y de un país. ¿Cómo puede un docente vivir con esos míseros sueldos?, teniendo que ausentarse del aula, en procura del sustento diario, sin efectivo para pagar el transporte público y mucho menos para vestirse como cualquier profesional merece. Juntos haremos de la Educación un referente mundial, dotando cada escuela, cada liceo y cada universidad, de la más alta tecnología educativa, con espacios amplios, limpios, infraestructura y mobiliario de calidad. Pero sobre todos con el recurso humano más valioso de un país, sus maestros. Ustedes serán protagonistas, del cambio en materia educativa que permita una educación de calidad, en igualdad de oportunidades, incluyente, exigente, garante de una formación integral, acorde a las demandas del mundo actual, capaz de formar ciudadanos con moral, con honor, con los más altos valores ciudadanos, humanista, científico, sabio e intelectual.
HISTORIA BLANCA. ADECOS HASTA SU MUERTE
Ricardo Pérez Núñez (1908-1984)
Mi bisabuelo nació en 1908, tuve la suerte de conocerlo, Ricardo Pérez Núñez. Lo recuerdo particularmente, por su promesa de llevarme a conocer Colombia. Era un hombre de talla alta, 1.90 mts, de contextura fuerte, como su carácter. Nacido en Macareo Santo Niño, en pleno corazon de la selva Deltaica, en el Estado Delta Amacuro. Hijo de padres margariteños con ascendencia española, de cuyos genes heredó una piel blanca caucásica y unos ojos azules como el cielo. Cuando lo conocí ya tenía el pelo blanco, y la tez gastada de tanta lucha. Iniciado a laborar desde muy joven, forjó su carácter y su personalidad en el yunque del trabajo duro, en las faenas agrícolas y pecuarias. Formó una familia de 5 hijos, 4 varones y una dama, mi abuela Aurelia, conocida como Yeya. Saber con exactitud cuando mi abuelo se unió al Partido Acción democrática, ha resultado algo complicado, pero algunas fechas me permiten ubicarlo ya dentro de sus filas. En 1957, durante la Dictadura de Perez Jimenez. Durante las elecciones presidenciales del 9 de Diciembre de 1971, mi padre Hernán Fermín, trabajaba como presidente de mesa en una de las 3 mesas habilitadas para esa elección presidencial en la Escuela Tarsicia de Romero de la Ciudad de Tucupita, capital del entonces Territorio Federal Delta Amacuro. En la tarde noche de ese mismo día, anunciaban por radio y televisión, el triunfo de Carlos Andrés Pérez, candidato de la tolda blanca, quien resultó victorioso frente a 12 candidatos. Esta victoria supuso, un reacomodo de la militancia del partido, la cual habría tenido grandes dificultades, con la separación de un grupo de su dirigencia quienes, en la anterior elección, se separaron del partido y conformaron el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) y que incidió en la derrota de 1968. Ese día vi a mi abuelo Ricardo Pérez Núñez, muy alegre, entre los juegos artificiales y la alegría imperante en el ambiente frente al triunfo del Gocho.
Catorce años después, ese mismo personaje, repetiría para un segundo mandato. El 4 de Diciembre de 1988, gana las elecciones en las urnas, e igual, mi padre se encontraba representando mesas para la tolda blanca; pero ese día en especial, ocurrió un evento que quedó en mi mente para siempre. Recuerdo que mi padre llegó a casa cercano a la media noche, el ambiente era festivo, los tradicionales juegos artificiales, propio de las fiestas navideñas, se juntaba con la alegría por el triunfo del candidato de la tolda blanca. Todo era algarabía y entusiasmo. Ya con 20 años de edad, podía comprender el sentimiento de ser adeco, mi abuelo Ricardo Pérez Núñez, había muerto 7 años antes, pero hoy lo recordaba perfectamente como en el año 73. Abordé a mi padre y le pregunte, que estaría haciendo Ricardo si estuviera vivo ese día. Mi padre me respondió, “Adeco es adeco hasta que se muere y quizás hasta de pues de muerto”. Tu abuelo estaría feliz, porque nadie como él valoraba tanto la Democracia y conoció de cerca los horrores de la Dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Yo no sabía, hasta entonces, a que se refería mi padre. Así que él me contó esta historia de una adeco, que relato ahora.
Mi abuelo había luchado, desde la clandestinidad, contra el gobierno dictatorial de Pérez Jiménez. Su lucha lo llevó a conformar un grupo que desde la clandestinidad ayudaba a promover los valores democráticos entre los habitantes de Tucupita, y caños del Delta del Orinoco. Era su responsabilidad, mantener una estructura organizada de compañeros de partido, en labores de contrainteligencia, contra los “sapos” e infiltrados de la Seguridad Nacional, órgano represivo y criminal del Régimen.
Eran un grupo armado, compuesto de una veintena de hombres, en lucha armada y clandestina. Dedicados a entregar comunicaciones, planificar reuniones y sobre todo mantener “vivo” al partido del pueblo. Desenmascarar la dictadura y sus crímenes, a través de panfletos y volantes. Ricardo era conocedor de los caños, había visitado Guasina, la cárcel de máxima seguridad y centro de Torturas para presos políticos, sabía de las torturas de sus víctimas y ayudaba a llevar cartas desde y hacia esa Isla.
En el año de 1956, unos 18 meses antes del derrocamiento de Dictador, Ricardo Pérez, debió esconderse en su Pueblo Natal Macareo del Santo Niño, comunidad del bajo Delta, ubicado en el margen izquierdo del Rio Macareo, a unas 2 horas de Barrancas del Orinoco. Un pueblo tranquilo, al igual que sus habitantes, de mansas aguas, las bandadas de pájaros, junto al rojizo atardecer, brindaban una acuarela de colores, que matizaban el alma y los sueños de los lugareños, músicos, pescadores, agricultores y artesanos, entre otros. Su perseguidores le seguían la pista desde hace varios meses y era hora de dejar las calles de Tucupita y resguardarse de los esbirros de la Seguridad Nacional que buscaban matarlo.
Un día cualquiera, algunos cooperantes del régimen dictatorial, indicaron a la seguridad nacional, que Ricardo se encontraba “enconchado” en Macareo. Era necesario “eliminarlo”, así se dio la Orden, desde Pedro Estrada, hasta los subalternos en Tucupita. Se preparó una comisión, que salió desde la Capital del Delta, hasta la comunidad de Macareo del Santo Niño. El Motorista Miguel Agreda, no tenía detalles de a dónde iban, ni que harían, ese día. Como otras veces su función era maniobrar el bote, por la recóndita e intricada red de caños, que conforman el Delta del Orinoco. Era solo un motorista, no formaba parte de la Seguridad Nacional y por lo tanto no tenía acceso a la información. No obstante, el Dios Divino, tenía otros planes. Los asesinos dejaron escapar el nombre de su víctima “Ricardo Pérez Núñez”, debían eliminado y “fondearlo” en “caño grande”. Miguel reconoció el nombre, era su amigo Ricardo, los unía una fuerte amistad. Antes de llegar, pensó, que puedo hacer para salvarle la vida. El viaje se hizo más lento ahora, el peso de la consciencia, hundía el bote un metro más bajo el agua, la carga de la ignominia, se hizo más pesada, costaba surcar el rio, el trino de los pájaros se pausó; el cielo en otrora azul, pintaba nubarrones. Todo el paisaje se desdibujaba, frente a la muerte. Al acercarse a la orilla del Pueblo, Miguel lo divisó sentado al frente de una improvisada bodega, donde despachaba algunos víveres; sus victimarios no lo conocían físicamente, pero miguel sí; el conocía muy bien ese rostro y más que eso, la calidad de hombre que era Ricardo. Y en un gesto de valentía, de lealtad, de amistad sincera y nobleza, preguntó, desde el final del bote, pegado aun del timonel: “Alguien sabe dónde vive: Ricardo Pérez Núñez”, mientras al mismo tiempo, viendo a los ojos a su amigo, poniendo en riesgo su propia vida, y aprovechando que tenia de espaldas a los esbirros de la Seguridad Nacional, le hacía señas de que huyera.
Ricardo, hombre audaz, astuto e inteligente, se levantó pausadamente de la silla, hizo algún ademan, del que no sabe nada o no ha escuchado nada, y se internó en el patio de la casa, en donde nunca fue hallado, la operación fracasó para los esbirros, pero ganaba la llama de la Democracia que se mantenía viva, con Ricardo y sus hombres.
Mientras me contaba esta historia, los ojos de mi padre brillaban con vivacidad, y yo empecé a sentir la gallardía de aquel hombre que era mi bisabuelo. Seguí indagando, estaba atraído por tan interesante historia. Pregunté a mi padre
- y que ¿pasó luego?
- Tu abuelo siguió en la lucha clandestina, entregando panfletos, apareciendo por momentos, y ocultándose por varios meses. Sin embargo, solo sabíamos de él por terceros que le avisaban a los familiares como se encontraban. Arreció la persecución, y había un constante temor, de que fuera asesinado.
- Después de ese incidente, no lo volví a ver, dice mi padre, sino hasta el 29 de Enero de 1958. Siete dísa antes había caído Pérez Jiménez, un golpe de estado, acabó con la tiranía y el gobierno criminal del dictador. La noticia llegó varias horas después al pueblo de Macareo, el grupo que había permanecido en la clandestinidad y perseguido, ahora salía a reclamar la victoria. Con Ricardo Pérez al frente, revolver en la cintura y con el arresto y el coraje de los hombres honrados y valientes, se apersonaron a la oficina de la seguridad nacional en el pueblo de Macareo. Un mamotreto de tablas, tan destartalado como quienes lo habitaban, “sapos” que vendían a sus conciudadanos, a sus coterráneos, por dinero; erdaderos tiranos, cómplices de tantas muertes, de tantos atropellos. El grupo que acompañaba a Ricardo, pedía la ejecución de los traidores. Hambrientos de justicia, ya habían dado sentencia: “Muerte a los Tiranos”. No obstante, Ricardo Pérez Núñez, se opuso diciendo, “No actuaremos igual, sean juzgados por sus crímenes en tribunales”. En un acto heroico de Democracia, les salvó la vida. Fueron amarrados y traídos a Tucupita.
Ricardo ahora le preocupaba la seguridad de los presos políticos en Guasina, se apresuró a equipar dos botes, uno de los esbirros y otro de un comerciante del pueblo, cargaron combustible, agua potable, enceres y pescado seco, y con la inmediatez del caso, partieron raudamente hacia la isla de Guasina, al Frente de Sacupana. La mayoría de los Guardias y custodios ya se habían ido, otros de aprestaban para dar batalla. Ricardo y sus hombres fueron los primeros hombres de la resistencia en llegar al Lugar, listos para enfrentarse a “plomo” si era necesario. Los captores depusieron las armas, y se entregaron, los presos fueron atendidos y pronto se envió a Tucupita, información sobre todos ellos, tomo 2 días sacarlos a todos de los caños, la comunidad de Sacupana, se convirtió en un refugio de atención, donde se festejaba entre lágrimas y alegrías, la caída del Régimen y el fin de esa centro de tortura, y sus miles de historias, contadas luego por sus protagonistas, como las de Guillermo Castillo Bustamante y su célebre canción “escríbeme”.
Posterior al derrocamiento de Pérez Jiménez, Se inició un periodo de Democracia, y Ricardo se dedicó en los años siguientes a la labor comercial. Nunca comentó estos acontecimientos en Público, ni nunca buscó prerrogativas o distinciones por su actuación, antes, durante y después de la dictadura. Cuando alguien le preguntaba por AD, simplemente contestana: “Adeco es Adeco hasta que se Muere.”
No sé.. si en algún documento del partido, aparezca el nombre de mi bisabuelo, pero estoy seguro que en la memoria de quienes lo conocimos, sabemos que hizo siempre lo correcto y fue fiel a los principios Acción democratitas.
Hernán Fermín Octubre 2020
Descargar PDF
SECRETARIA DE LA JUVENTUD ADECA
Por Sinay Lopez/Secretaria Juvenil Municipio Tucupita | Septiembre 2023
Universidad Territorial Deltaica Francisco Tamayo: en crisis y sin transporte
Por medio del sistema paralelo de universidades para 2014 se constituyó la Universidad Territorial Deltaica Francisco Tamayo, una casa de estudio categorizada como la principal institución de educación superior en el estado Delta Amacuro. La misma está constituida por diversas ofertas académicas en el área de humanidades y ciencias.
La Universidad Territorial Deltaica Francisco Tamayo se encuentra en un estado crítico. Las unidades de transporte que conforman esta institución presentan severos cuadros de deterioro. Esto, producto de los actos de inseguridad y la omisión por parte del Estado para garantizar el mantenimiento de autobuses, vehículos y lanchas que benefician a la comunidad universitaria en el desarrollo de investigaciones científicas.
Los estacionamientos de la Universidad Territorial Deltaica Francisco Tamayo cuentan con 16 autobuses, 3 camionetas, 2 carros y 4 lanchas, aproximadamente, en estado de abandono dentro del campus universitario”, afirmó Antonio Sifontes, representante del movimiento estudiantil.
Asimismo, el 80% de la población universitaria en el estado se ve afectada por la falta de transporte. Además, agregó que tienen entre 5 a 6 años que no cuentan una ruta de transporte universitario.
Por esta razón, los índices de deserción universitaria incrementen cada vez más. Los integrantes de este sector del oriente del país se ven en la obligación de migrar a otros estados para lograr continuar con sus estudios.
Migración forzada de estudiantes
Las oportunidades académicas en el estado Delta Amacuro son muy limitadas. En consecuencia, la juventud de esta entidad debe migrar al estado Monagas o al centro del país para lograr avanzar en su formación académica.
Muchos de estos jóvenes inician sus estudios en la Universidad Territorial Deltaica Francisco Tamayo, pero deben abandonar el proceso producto de la carencia de efectivo o por la falta de transporte.
De esta forma, la población del estado Delta Amacuro decide desplazarse a otros sectores del país para acceder a la educación superior.
Desde la secretaría Juvenil del Acción Democrática en Resistencia, del Municipio Tucupita, alzamos nuestras voces para exigir respuestas y mas que ello, soluciones para la que es: la mayor casa de estudio en el territorio deltano.
Por todas las Instalaciones y pasiilos de la Universidad, se siente el descontento, de estudiantes, profesores, empleados y obreros de esta casa de estudions por el constante desplazamiento estudiantil, el abandono a la universidad y los limitantes de sus derechos universitarios. Frente a todo este atropello, desde Acción Democrática Seccional Delta Amacuro, en resistencia, y la Secretaría Juvenil del Municipio Tucupita, solicitamos a las autoridades la protección de la libertad académica y del derecho a una educación de Calidad, de acuerdo a los estandares internacionales.